Pirandello Restauro
Restauración y conservación de muebles antinguos


Restaurar muebles:  ¿Por qué restaurar y conservar objetos antiguos? 

Son piezas, cada vez más difíciles de encontrar, como muebles, pinturas, esculturas, imágenes, documentos, lámparas y otros enseres que, con el paso del tiempo, van dejando su huella, creando las futuras páginas de la historia. 


Estamos hablando de elementos atesorados por nuestras familias a lo largo de los años y a los que nos une un valor sentimental, además del valor que el paso del tiempo les otorga. Quien se dedica a la búsqueda de piezas antiguas, es consciente de lo difícil que resulta encontrarlas en la actualidad.  No obstante se encuentran en el mercado piezas, que sin haber acumulado un exceso de años, por sus singularidades y líneas que las caracterizan merece la pena su conservación, ya que crean los nuevos estilos que servirán para continuar el relato de nuestra historia.


Podemos considerar que la historia de los muebles empieza con la evolución del ser humano. Por tanto, en ningún caso debemos olvidar el maravilloso legado que nos dejaron las antiguas civilizaciones: cerámicas bellamente decoradas y multitud de objetos realizados en cobre, oro, plata, alabastros, lapislázuli, y una larga lista de materiales difícil de enumerar, para la confección de bellas ornamentaciones. 


 Resumiendo, no sólo los muebles marcan las épocas, sino que es todo en conjunto que nos da la pauta para concluir que el antiguo Egipto y Grecia, seguidos por el Imperio Romano son consideradas cunas de la civilización occidental.  Estas tres grandes civilizaciones  sentaron las bases de las culturas y estilos que han regido en  las distintas épocas de nuestra civilización.


Los Arquitectos fueron los directores de orquesta de todos los movimientos artísticos acaecidos a lo largo de la historia, siendo los grandes diseñadores de los distintos estilos que perduran hoy en día, arrastrando con sus dictados al resto de grandes Artesanos que debían plegarse a sus dictados. En algunos momentos la pintura buscaba su camino pero siempre acababa ciñéndose a las directrices marcadas por los maestros de la arquitectura.


En el siglo XV empezó la expansión de la época Renacentista, cuyos movimientos se consolidan en el siglo XVI, teniendo lugar el descubrimiento de la pintura al óleo y la aparición del caballete. A partir de este instante, los pintores pueden por fin liberarse de la dependencia de los arquitectos, pasando de la pintura estrictamente mural a las pinturas sobre lienzos.  A pesar de todo, nunca podemos negar a todos ellos la huella que han dejado en la historia.  Debemos agradecer a los arquitectos, pintores, escultores, alfareros, herreros, ebanistas, carpinteros, costureras, músicos y un largo etc. su dedicación a las artes y oficios, por el legado recibido.  A posteriori un pequeño homenaje a los arqueólogos y restauradores que lo hacemos posible. 


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